Contrato de franquicia: ¿cuáles son las trampas a evitar?
•
8 jul 2024
A pesar de sus numerosas ventajas, firmar un contrato de franquicia representa, sin embargo, una toma de riesgo. Si algunos indicadores, e incluso algunas cláusulas, permiten anticipar esta probabilidad, no deja de ser cierto que algunos candidatos, cegados por su entusiasmo, son engañados al momento de la firma del contrato. En todo caso, esta falta de atención puede tener efectos dramáticos. La mayoría de los litigios pueden evitarse reflexionando sobre los puntos que vamos a explicarte en este artículo.
La validación del concepto
Antes de firmar tu contrato de franquicia, asegúrate de ser particularmente vigilante con el DIP, ya que es cierto que algunos elementos deben tenerse en cuenta antes de querer lanzarte a la aventura!
Para empezar, ¿qué es el DIP? Lo abordamos en uno de nuestros artículos anteriores ¿qué es un contrato de franquicia?. A modo de recordatorio, el DIP (documento de información precontractual) es un documento que el franquiciador está obligado a proporcionarte al menos 21 días antes de la firma del contrato. En este documento se encuentran toda la información necesaria para que el franquiciado pueda comprometerse a sabiendas.
Al leer tu contrato de franquicia, ciertas informaciones deben ser vigiladas,¡así que debes hacerte las preguntas correctas!
Algunos contratos de franquicia han podido, en el pasado, ser firmados sin tener unidad piloto ni saber hacer, ¡sin embargo, esto es primordial!
Comprometerte con una franquicia que no ha experimentado su saber hacer previamente es, en primer lugar, correr el riesgo de no tener ningún acompañamiento por parte del franquiciador o, peor aún, que tu franquicia no sobreviva.
Un contrato de franquicia más fiable es una red que ha sabido desarrollarse a lo largo de un período más o menos largo durante un tiempo suficiente. El número y la estabilidad de los franquiciados también pueden ser más tranquilizadores: muy a menudo, las marcas conocidas con más franquiciados son cadenas fiables. No obstante, una red que se desarrolla demasiado rápidamente no siempre es una buena señal, ya que algunas franquicias desean expandir su red lo más rápido posible, incluso a riesgo de no respetar todos los compromisos establecidos en el contrato de franquicia.
En cuanto a las marcas menos conocidas o de riesgo, ¡no dudes en consultar las cifras representativas de la evolución de la red!
La elección del franquiciador
Los franquiciadores y los franquiciados deben cumplir con ciertas obligaciones. El franquiciador tiene ante todo una obligación de información, pero también una obligación de informaciones con respecto a su franquiciado.
Esta información pasa por:
La evolución de la situación jurídica
La lista de franquiciados (lugar, fecha de creación, renovación del contrato, etc.)
La duración del contrato
Las cuentas anuales de los años anteriores
Las obligaciones financieras, así como el monto de las inversiones necesarias
El estado general del mercado y las perspectivas de evolución
Además, los franquiciadores tienen todo el interés en mostrar benevolencia y transparencia al elaborar el documento de información precontractual (DIP). Por lo tanto, debes tener cuidado si se muestra evasivo respecto a los elementos citados anteriormente.
Es cierto que el contrato de franquicia supone muy a menudo un cierto número de restricciones para el franquiciado. En la medida en que estas restricciones no están vinculadas a los objetivos, tienden a desequilibrar el contrato y a otorgar primacía al franquiciador.
Las repercusiones pueden ser fuertes: inelegibilidad para ayudas de solicitantes de empleo que crean o adquieren empresas, no reconocimiento de la propiedad de la clientela.
El contrato no es claro
Algunos contratos carecen de precisión en sus cláusulas. Esta práctica puede ser arriesgada para ambas partes y puede ocasionar conflictos entre el franquiciador y el franquiciado.
El contrato tiene una duración demasiado corta
La duración del contrato de franquicia debe permitir al franquiciado rentabilizar su inversión y, al menos, reembolsar los gastos que haya podido realizar. En promedio, un contrato de franquicia es de 5 años, pero esto dependerá de varios criterios, en particular de la inversión inicial. Así, un contrato de franquicia con una duración demasiado corta puede acarrear dificultades financieras para el franquiciado. Al igual que la cláusula de no competencia, que se debe tener en cuenta en la medida en que la ley establece la duración máxima de esta en 5 años.
Los elementos relacionados con el aspecto financiero
En general, el monto de la aportación personal del franquiciado debe representar al menos el 30 % del costo total del proyecto. El costo total de las inversiones incluye todos los costos específicos de la marca, es decir: la tarifa de entrada, la regalía, el inmobiliario, etc.) pero también aquellos que no están relacionados con la franquicia y sobre los cuales el franquiciador no da información (derecho de arrendamiento, depósito de garantía del arrendamiento comercial...). Antes de convertirte en franquiciado.
Pero atención, el franquiciador puede también exigir inversiones al franquiciado durante la vigencia del contrato, por ejemplo, para actualizar la red con nuevas normas, con nuevo equipo, etc... Por lo tanto, las cláusulas del contrato deben tener en cuenta las modalidades de estas nuevas inversiones. La noción de inversión es muy importante cuando se desea ser franquiciado. Algunas franquicias pueden ser particularmente costosas debido a la tarifa de entrada y su alta regalía. Por lo tanto, te corresponde asegurarte de que todos estos gastos no afecten demasiado la rentabilidad de tu empresa.
Las cláusulas importantes del contrato de franquicia
En el contrato de franquicia, se habla mucho de las cláusulas: La cláusula de uso de signos distintivos, la cláusula de exclusividad, la cláusula de asistencia, pero existen otras cláusulas que pueden ser consideradas de riesgo si no se observan con atención.
Los derechos de entrada diferidos
Este tipo de cláusulas, raramente abordadas en el contrato, permite al franquiciado poder pagar el monto de los derechos de entrada al final del contrato. Sin embargo, conlleva un riesgo para el franquiciado. Este puede estar simplemente incapacitado para pagar la suma al final del contrato.
Por lo tanto, se recomienda no adoptar este tipo de cláusulas. Prefiere limitar en el tiempo el escalonamiento de tus pagos de derechos de entrada cuando este procedimiento se aplique.
Las cláusulas de no competencia
La cláusula de no competencia permite proteger el saber hacer transmitido por el franquiciador a su franquiciado. Es importante recordar que esta cláusula no tiene como objetivo restringir al franquiciado y sus socios en su espíritu de iniciativa.
Por el contrario, la ley ha considerado que es preferible limitar las cláusulas de no competencia a la única protección del saber hacer, dejando al franquiciado la posibilidad de considerar desarrollar su propia actividad por su cuenta, siempre que esta no sea similar ni competitiva.
Las cláusulas de no competencia postcontractuales también pueden tener efectos perversos. Aunque limitadas en el tiempo, a veces pueden privar al antiguo franquiciado de toda posibilidad de ejercer una actividad comercial.
Los contratos vinculados (arrendamiento comercial y franquicia)
Este tipo de contrato se refiere generalmente a franquiciados instalados en galerías de centros comerciales. Puede suceder que los arrendadores tengan ciertas exigencias incompatibles con la situación del franquiciado: como es el caso de la cláusula de señal que prohíbe al franquiciado cambiar de señal durante la duración de su arrendamiento, mientras que el contrato de franquicia no corresponde a la misma duración que este.
La carta del Consejo Nacional de los Centros Comerciales permite a un franquiciado cambiar de señal, durante el transcurso de su arrendamiento. Sin embargo, las cláusulas de no competencia postcontractuales de los contratos de franquicia suelen ser restrictivas debido a su alcance en el ejercicio de esta libertad.
En resumen:
Antes de firmar un contrato de franquicia, es importante verificar ciertos elementos para evitar litigios. El DIP (documento de información precontractual) es un documento obligatorio que el franquiciador debe entregar al menos 21 días antes de la firma del contrato. Contiene toda la información necesaria para que el franquiciado pueda comprometerse a sabiendas.
Es importante verificar que el franquiciador haya experimentado su saber hacer previamente y que la red tenga cierta estabilidad. El franquiciador tiene una obligación de información y de datos hacia su franquiciado, y debe mostrar transparencia y benevolencia al elaborar el DIP. Las restricciones para el franquiciado deben estar relacionadas con los objetivos y no desequilibrar el contrato.
El contrato debe ser claro y preciso en sus cláusulas, y la duración debe permitir al franquiciado rentabilizar su inversión. Los elementos financieros deben ser considerados, incluidos las inversiones durante la vigencia del contrato. Las cláusulas de no competencia deben limitarse a la protección del saber hacer y no privar al franquiciado de toda posibilidad de ejercer una actividad comercial.
F.A.Q:
1. ¿Qué es el DIP?
El DIP (documento de información precontractual) es un documento obligatorio que el franquiciador debe entregar al menos 21 días antes de la firma del contrato de franquicia. Contiene toda la información necesaria para que el franquiciado pueda comprometerse a sabiendas.
2. ¿Por qué es importante verificar que el franquiciador ha experimentado su saber hacer previamente?
Verificar que el franquiciador ha experimentado su saber hacer previamente es importante porque permite asegurarse de que el franquiciado beneficiará de un acompañamiento por parte del franquiciador y que la franquicia tiene cierta estabilidad.
3. ¿Cuáles son las obligaciones del franquiciador hacia el franquiciado?
El franquiciador tiene una obligación de datos y de información hacia su franquiciado. Esta obligación incluye la entrega del DIP, la lista de franquiciados, la duración del contrato, las cuentas anuales de los años anteriores, las obligaciones financieras y el monto de las inversiones necesarias, el estado general del mercado y las perspectivas de evolución.